
Pastor en la iglesia evangélica bautista de Turís, donde una multitud de cientos de personas acudió al acto de despedida, con unas emotivas palabras de su padre, Jesús Millán.
Este pasado viernes 3 de mayo, sobre las 15.00 horas, Andrés Millán Nogués fallecía en el hospital La Fe de Valencia.
Contaba 30 años y desde hacía tiempo sufría una grave enfermedad. El entierro se realizó el día siguiente (sábado) por la tarde, con un acto despedida en la iglesia de Evangélica Bautista de Turís, donde ejerció el ministerio pastoral desde hace años.
Con una asistencia multitudinaria, cientos de personas en el templo y en la calle, presidió el culto el diácono Samuel Tarín, interviniendo por este orden Manuel Sarrias, Modesto Palop, Julio Díaz Piñeiro y Emmanuel Buch.
El padre del fallecido, Jesús Millán, tuvo unas palabras altamente emotivas, de profundidad humana y espiritual y de un testimonio realmente impactante (las reproducimos al final de esta noticia).
La UEBE (Unión Evangélica Bautista Española), al difundir la noticia, expresa su “fuerte abrazo de condolencia, esperanza y amor a la viuda, Vanessa, a Jesús y Vicky, Sara y resto de la familia”.
TEXTO DE LAS PALABRAS DE JESÚS MILLÁN
Aunque nos invaden las sombras, siempre quedan vencidas por la luz (Jn. 1:5)
Con Vanessa (esposa de Andrés), Sara y Vicky os queremos dar las GRACIAS. No encontramos palabras que puedan expresar lo que sentimos, además de nuestras familias y los hermanos de nuestra iglesia en Turís que son bálsamo para nuestra herida y nos están arropando como entre algodones con tanta dignidad y ternura.
A tantos hermanos, iglesias y compañeros pastores que estáis con nosotros, a pesar de la distancia y el silencio y lloráis a nuestro lado, saber que os sentimos muy cerca. En nuestro corazón no cesa el dolor por la pérdida, de Andrés, con la misma intensidad fluye la gratitud a nuestro amado Padre por los 30 años que nos lo regaló y las mil experiencias vividas.
Jamás imaginamos que algo así sucedería, tenía tantos sueños por cumplir. Se ha adelantado y nos espera en el más allá, al lado de nuestro Señor que enjuga toda lágrima y esto hace que la eternidad tenga un aliciente más para nosotros.Os abrazamos a todos y nos sentimos abrazados y consolados por el Padre de la vida.
Jesús Millán Martínez (padre de Andrés, mi campeón).
Fuente: protestantedigital